Atizapán
Flor Nínive, posible víctima del feminicida de Atizapán
ATIZAPÁN (20 MAYO 2021). – Habían pasado ya cinco años desde que Flor Nínive había desaparecido luego de salir de su domicilio en la Unidad Habitacional Tejavanes, donde residía con sus dos hijas de 15 y 16 años en ese entonces.
Flor acababa de cumplir 38 años y desde aquel octubre del año 2016, su familia nunca dejó de buscarla. Su madre, quien falleció en pasado octubre, le seguía mandando mensajes y llamando por teléfono, pues nunca perdió la esperanza de volverse a encontrar.
De acuerdo con una sobrina de Flor, ella trabajaba de mesera y vendía productos para sostener a sus hijas y el día de su desaparición, ella “simplemente salió con su teléfono, su cargador y su secadora de pelo color negra” pero no volvió a contestar el celular.
Sus familiares presentaron la denuncia de su desaparición en la Procuraduría General de Justicia mexiquense (PGJEM) y durante las indagatorias se lograron recuperar videos de ella en tiendas de la avenida principal pero ya no se supo que rumbo tomó.
Fue después de 5 años y tras casi perder la esperanza que el caso que conmociono a nuestro país, también lo hizo con la familia de Flor.
La credencial de elector de Nínive había aparecido entre las pertenencias que se encontraron en el domicilio del presunto feminicida de Atizapán. Su sobrina mencionó que, al saber la noticia, se presentó ante la Fiscalía para llevar la papelería de la desaparición.
Aunque solo se haya encontrado la identificación, los familiares de la víctima no pierden la esperanza de que también se encuentren sus restos y así, por fin, puedan darle la despedida que su madre no pudo darle.