Atizapán
María y su hijo de siete años, presuntas víctimas del «Monstruo de Atizapán»
ATIZAPÁN (21 MAYO 2021).- El «Chino», presunto asesino serial de Atizapán, fue la última persona que vio a María Noé Mares Robledo, y su hijo Edgar Neri Vargas Mares de 7 años, extraviados desde hace seis años. Hoy su familia teme que formen parte de las victimas del «Monstruo de Atizapán».
Madre e hijo desaparecieron justo el día de Navidad del 2014 en la colonia San Juan Ixtacala, cercana a la vivienda de Andrés «N», detenido el sábado pasado, y donde agentes de investigación realizan trabajos de excavación para localizar restos oseos de presuntas víctimas de feminicidio.
De acuerdo con el testimonio de Matilde Mares, hermana de María, ella trabajaba como vendedora de dulces y guardaba su puesto en la casa de Andrés «N», quien reconoció ser una de las últimas personas que logró verla junto a su hijo Edgar.
«Yo andaba preguntando por ella porque no aparecía y él fue lo único que me dijo que la había visto y desde entonces ahora no la encontrado. (Cuando desapareció) ella no nos dijo nada, por eso me puse a buscarla con los vecinos y él fue lo único que me dijo que la había visto», comentó.
Aunque al principio el «Monstruo de Atizapán» colaboró con la familia, al grado de rendir su declaración ante el Ministerio Público para tratar de localizarlos, por lo que nunca sospecharon de él.
«De alguna manera lo conocíamos que él era presidente de la colonia pues por eso realmente teníamos conocimiento de ver lo que era buena persona»
«Tengo la esperanza de que ya está en algún lado y les pido a usted es que ella se comunique con nosotros. Realmente Nosotros siempre estamos al pendiente de buscarla pero no hemos tenido la oportunidad de encontrarla».
Aunque aún la familia espera que ambos aún se encuentren con vida en otro lugar, no descartan que por su cercanía con Andrés «N» puedan ser parte de las víctimas.
«Queremos saber en dónde está y ahora sí que llegar hasta el fondo del asunto si es algo mayor», dijo.