Ciudad de México
«Tenochtitlán sigue viva”: miles llenan el Zócalo en una conmemoración que rebasó todas las expectativas

CIUDAD DE MEXICO, (28 de julio de 2025).-La conmemoración de los 700 años de la fundación de México-Tenochtitlán concluyó con un saldo contundente: calles abarrotadas, identidad fortalecida y un mensaje claro desde el corazón de la capital: la historia originaria no solo se recuerda, se vive.
Durante el fin de semana del 26 y 27 de julio, el Zócalo se convirtió en un escenario abierto donde más de 90 mil personas —según cifras oficiales— se congregaron para presenciar rituales, desfiles, representaciones escénicas, conciertos y actos encabezados por autoridades federales y locales.
Este acto, que marcó la culminación de un mes de actividades, no solo rindió homenaje a los mexicas, sino que también mostró cómo el legado indígena ha recuperado fuerza en el discurso político, educativo y cultural del México contemporáneo.
“Aquí estamos, 700 años después”
En la ceremonia central del sábado 26 de julio, la presidenta Claudia Sheinbaum reafirmó el compromiso de su gobierno con la inclusión y el reconocimiento de los pueblos originarios. Acompañada por la jefa de gobierno Clara Brugada, encabezó un discurso que entrelazó memoria y futuro.“Hoy recordamos a quienes construyeron una civilización en medio del lago. A quienes supieron leer el cielo, organizar el agua, dominar el maíz. No celebramos ruinas, celebramos raíces vivas”, dijo Sheinbaum, en medio de una ovación masiva.
La noche fue iluminada por una representación multimedia titulada “La Flor y el Lago”, que mezcló teatro, danza y proyecciones en las fachadas de Palacio Nacional y la Catedral. La puesta en escena recorrió desde la peregrinación mexica hasta la caída de Tenochtitlán, con más de 200 actores en escena y música en vivo.
Reacción ciudadana: “Es la primera vez que me hacen sentir que pertenezco”
Muchos asistentes llegaron desde municipios del Estado de México, Hidalgo, Morelos y Puebla. Otros más, desde las propias comunidades indígenas que participaron en la organización del evento.
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Adriana, originaria de Santa María Tlahuapan, expresó emocionada: “Yo hablo náhuatl, pero nunca había visto una ceremonia oficial que diera espacio a nuestra lengua. Esta vez no nos pusieron al final, esta vez fuimos el centro”.
La organización estuvo a cargo de la Secretaría de Cultura federal, el INAH y el gobierno de la CDMX, quienes reportaron una derrama económica positiva para el comercio del Centro Histórico, así como saldo blanco durante las actividades.
Balance: más que un aniversario, una reivindicación
Expertos en historia y antropología coincidieron en que esta conmemoración rompió con la narrativa eurocentrista que tradicionalmente se ha impuesto desde la educación pública.
“Lo que vimos no fue solo un evento cultural. Fue un reposicionamiento político de lo indígena como parte esencial del México moderno”, opinó la Dra. Itzel Rosales, profesora del INAH. “Hubo símbolos muy poderosos: mujeres danzantes al frente, códices proyectados en edificios coloniales, lenguas originarias en altavoces públicos.”
Además, se firmó un acuerdo para que el náhuatl sea promovido como lengua de patrimonio vivo en escuelas primarias de la Ciudad de México. También se anunció la creación del Centro Cultural Tenochtitlán, que será construido en la zona de Cuemanco para difundir el pensamiento y cosmovisión mexica.
¿Qué sigue después de los festejos?
Lejos de cerrar el capítulo, el gobierno capitalino presentó una agenda de seguimiento con más de 70 actividades culturales que se realizarán de aquí a diciembre bajo el programa “Raíces de la Gran Tenochtitlán”.
Entre los próximos eventos destacan:
Festival de Saberes Ancestrales en Iztapalapa (agosto).
Recorrido escénico “El lago que fuimos” en Xochimilco (septiembre).
Reforestación comunitaria con especies nativas del Valle de México (octubre).
Muestra de cine indígena en la Cineteca Nacional (noviembre).
La UNAM también colaborará con un ciclo de conferencias titulado “Tenochtitlán: ciencia, espiritualidad y organización”, abierto al público y transmitido en línea.
Opinión internacional: ejemplo para América Latina
Diversos medios internacionales destacaron la dimensión de la celebración. BBC Mundo calificó el acto como “una revalorización sin precedentes de los pueblos indígenas en el espacio público”. El diario El País resaltó que la capital mexicana está construyendo “una memoria visual que contrasta con siglos de silencios oficiales”.
En redes sociales, el hashtag #700AñosTenochtitlán fue tendencia nacional por dos días consecutivos y decenas de artistas visuales compartieron ilustraciones con estética prehispánica, reinterpretadas desde una mirada moderna y feminista.
Un país con raíz profunda
A 700 años de su fundación, Tenochtitlán no solo sigue viva en los códices o en el subsuelo arqueológico. Sigue viva en la lengua, en el arte, en la resistencia, en la identidad de millones. La conmemoración no fue un evento para el recuerdo, sino un llamado al reencuentro con uno mismo.
Como lo dijo un anciano danzante en náhuatl frente al Templo Mayor:
“Nochipa in toltikayotl tlen tlatohkayotl — Aún vive la nobleza que nos fundó.”