Ciudad de México
La UNAM condena actos de vandalismo dentro de la Universidad
CIUDAD DE MÉXICO (21 DE JULIO 2025).-El pasado domingo 20 de julio de 2025, la Ciudad de México fue testigo de una manifestación masiva contra la gentrificación, una problemática social que ha ido ganando relevancia en los últimos años debido a su impacto en las comunidades vulnerables y la transformación urbana acelerada. Esta protesta tuvo como uno de sus escenarios principales el Centro Cultural Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), específicamente el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC), espacio reconocido por su labor en la difusión del arte contemporáneo y la cultura en México.
Según múltiples reportes, estos encapuchados serían parte del denominado “Bloque Negro”, un grupo que suele operar en protestas con tácticas, confrontaciones y anonimato visual. Estas personas cubrían su rostro y cuerpo con vestimenta oscura y utilizaron martillos, palos y tubos metálicos para causar daños en la fachada del MUAC. Rompieron cristalera, realizaron pintas con aerosoles y causaron daños también en la librería Julio Torri, saqueando ejemplares y destruyendo mobiliario interno.
Sin embargo, lo que inició como una expresión ciudadana para denunciar el desplazamiento y la exclusión social derivada de la gentrificación; terminó en actos de vandalismo que causaron daños materiales considerables en este recinto cultural. Durante la marcha, algunos grupos de manifestantes realizaron pintas en las paredes, rompieron vidrios y dañaron diversas áreas del MUAC, así como de la librería Julio Torri, otro espacio emblemático dentro del mismo complejo cultural. Estos hechos provocaron una inmediata reacción tanto de la comunidad universitaria como de las autoridades, generando un debate sobre los límites entre la protesta social legítima y la preservación del patrimonio cultural. Si quieres estar bien informado te invitamos a que visites: 80 familias damnificadas tras intensas lluvias
La UNAM, a través de un comunicado oficial que publicó en sus diferentes redes sociales, condenó enérgicamente estos actos de violencia y vandalismo, resaltando la importancia de proteger sus instalaciones, que no solo son un patrimonio artístico, sino también un espacio abierto para la reflexión y la expresión pacífica.
🎯La UNAM condena actos vandálicos dentro de la universidad.
La protesta en contra de la gentrificacion en CDMX tuvo como uno de sus escenarios principales el Centro Cultural Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), específicamente el Museo… pic.twitter.com/VQsX6JAHFo
— Infopolitano (@infopolitano) July 22, 2025
En dicho comunicado, la universidad destacó que, si bien respeta y fomenta el derecho a la libre manifestación y a la crítica social, no puede permitir que se dañen los espacios culturales que pertenecen a toda la sociedad y que enriquecen la vida académica y cultural del país. La institución anunció además que presentará las denuncias correspondientes ante las autoridades para que se investigue a fondo y se sancione a los responsables, reafirmando su compromiso con la legalidad y la protección de sus bienes.
La máxima casa de estudios también hizo un llamado a la comunidad para construir formas de protesta pacíficas que no atenten contra los espacios públicos ni el patrimonio histórico de la universidad, señalando que la violencia solo desvirtúa las causas sociales que legítimamente se defienden en las calles.
Por su parte, la comunidad estudiantil, académicos y culturales manifestaron su rechazo a los daños ocasionados durante la protesta, poniendo énfasis que la defensa de los derechos sociales y urbanos no debe implicar la destrucción de los espacios que sirven como plataformas para el diálogo y la cultura.
Este incidente en el MUAC se enlaza con respecto a los conflictos urbanos relacionados con la gentrificación, fenómeno que consiste en la transformación de barrios y zonas urbanas mediante procesos de inversión y revalorización inmobiliaria que, aunque pueden mejorar la infraestructura y servicios, también suelen generar el desplazamiento de poblaciones originales y la pérdida de identidad comunitaria.
En la Ciudad de México, zonas cercanas a Ciudad Universitaria y el Centro Cultural Universitario han sido objeto de este proceso, lo que ha motivado diversas movilizaciones y protestas ciudadanas. La tensión entre los intereses económicos, la preservación cultural y el derecho a la ciudad se manifiesta en este tipo de episodios, donde la protesta social busca visibilizar las problemáticas derivadas de la gentrificación, pero enfrenta el reto de mantener el respeto por los espacios públicos y patrimoniales.
Tras los actos de vandalismo, se ha comenzado a trabajar en la restauración y reparación de los daños al MUAC y la librería Julio Torri, mientras se implementan medidas para reforzar la seguridad y prevenir futuros incidentes similares.
Este suceso ha generado también un espacio para la reflexión sobre la importancia de articular mecanismos de diálogo y colaboración entre los distintos actores sociales, culturales y académicos involucrados en las problemáticas urbanas, con el fin de construir soluciones integrales que contemplen tanto el desarrollo urbano como la protección de los derechos ciudadanos.
Los eventos ocurridos en el MUAC durante la marcha contra la gentrificación reflejan las complejidades de una ciudad en transformación, donde la defensa del patrimonio cultural y el ejercicio legítimo de la protesta social deben coexistir en un marco de respeto y legalidad. La postura de la UNAM, firme en condenar la violencia y proteger sus espacios, invita a la sociedad a buscar caminos de diálogo que permitan atender las causas sociales sin dañar los bienes comunes que pertenecen a todos. Si quieres estar bien informado te invitamos a que visites: Obra del Che y Fidel: símbolo histórico de la CDMX, retirada sin permiso del COMAEP
Este tipo de acciones pone en evidencia la necesidad de fortalecer la participación ciudadana en la toma de decisiones urbanas y culturales, para evitar conflictos y promover una convivencia armónica que respete tanto la diversidad social como el patrimonio cultural del país.

