La Paz
Choferes despiden a ‘La Pato’, víctima de feminicidio en La Paz
LA PAZ (27 SEPTIEMBRE 2021). – Con claxonazos y el rugir de los motores de sus unidades, decenas de choferes de la Ruta 83 despidieron esta tarde a su compañera Guadalupe en la base de la Colonia Las Alamedas, donde ella laboró por más de cuatro años y donde hoy exigen justicia por su feminicidio.
Desde muy temprano, decenas de personas se arremolinaron en la vivienda de la Colonia Ancón donde fue velada Guadalupe Alonso Martínez “La Pato” para luego enfilar a la base de las camionetas donde trabajaba.
El cortejo fúnebre avanzó por las calles de la Colonia El Salado y San Sebastián que a diario recorría Guadalupe brindando el servicio de transporte público hacia la Ciudad de México para poder sostener a sus cuatro hijos.
Antes de iniciar su último recorrido, sus hermanos y sus hijos se turnaron para orar y expresar el último adiós a la hija, hermana y madre de 47 años que fue asesinada dentro de su propia unidad, presuntamente, por su propia pareja.
“Justicia, no queremos más impunidad”, grito una de las familiares mientras los cuatro hijos de Guadalupe que quedaron en orfandad se tomaban de las manos sobre el féretro de su madre.
Cerca de las 14:00 horas, la columna se dirigió al lugar donde fue encontrada la camioneta – a 500 metros de la base-, la mañana del jueves, donde los familiares descendieron para abrazarse.
Al arribar a la base de transporte público donde varios años Guadalupe espero su turno para realizar sus recorridos, sus compañeros tocaron los cláxones e hicieron rugir sus motores a manera de despedida.
Algunos aprovecharon para tocar el ataúd y despedirse de cerca con lágrimas en los ojos. Luego de que los checadores le dieron “la salida”, la camioneta en la que viajaba su cuerpo se dirigió al panteón municipal en Los Reyes Acaquilpan, donde fue sepultada entre gritos de justicia.
El jueves por la mañana, Guadalupe fue localizada en los asientos delanteros de su camioneta Nissan Urvan, que ella misma había adquirido para sustentar a sus cuatro hijos.
Aunque los reportes preliminares señalaban dos disparos como causa de muerte, tras la necropsia se descubrió que presentaba varios golpes en el cuerpo y habría muerto por asfixia.
Conforme avanzan las indagatorias la versión de una muerte por razón de género se fortalece, pues su pareja -Miguel, ex agente de la Guardia Nacional-, la violentaba desde que hace dos años decidieron vivir juntos.
Según las investigaciones, en la transición de la Policía Federal a la Guardia Nacional, Miguel fue dado de baja porque reprobó el examen psicológico, presuntamente, por su carácter violento.
Entonces, hace cuatro años Miguel se convirtió en chofer y conoció a “La Pato”, como la llamaban sus colegas, en esa ruta que va de la Colonia Alamedas a la CDMX, pero el idilio se fue diluyendo hasta que, medio año atrás, ella decidió terminar la relación.
Sin embargo, cada que se encontraban en sus bases y sus trayectos, Miguel la presionaba y acosaba para volver con él y finalmente ella cedió… hasta su vida.
Nacida en el seno de una familia de choferes de transporte público, ella siempre fue una mujer independiente que ponía por sobre todo el bienestar de sus hijos de entre 15 y 26 años.
Con el mayor, también conductor, madrugaba para iniciar su jornada y así cuidarse mutuamente. Su meta a largo plazo era dejarle una camioneta a cada uno de sus hijos para que pudieran ganarse el pan honradamente y no depender de un jefe.
Y junto con su hermana había planeado vacacionar en diciembre próximo en Guadalajara, “donde fue muy feliz”.
Por sus contactos en la Guardia Nacional, los afectados temen que el sospechoso -quien se encuentra detenido por delitos contra la salud y no por feminicidio-, sea liberado y el caso quede impune pese a que la Fiscalía mexiquense cuenta con las evidencias.